El coste de los productos agrícolas y de su procesado posterior es altamente dependiente de los combustibles fósiles. Riego, equipamiento agrícola, producción de fertilizantes, procesado, envasado y transporte son áreas representativas de actuación para minimizar esta dependencia.
Las energía renovables, hidráulica, solar, eólica o biomasa, constituyen fuentes de energía con una especial sinergía en el caso de la Agricultura, por lo que no es de extrañar el potencial reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura de las mejoras en esta dirección.
Optimizar la gestión energética frecuentemente requiere gestionar actividades en dos frentes complementarios:
- Integración de Energías Renovables
- Efficiencia Energética